MI EXPERIENCIA COMO MONITORA

En esta entrada vengo a contar mi experiencia como monitora de una Escuela de Verano que creamos tres amigos y yo en mi pequeño pueblo de Tierra de Campos, Arconada. Durante el verano de 2017 empezamos la Escuela siguiendo los pasos de los que la hicieron cuando nosotros éramos pequeños (los hijos e hijas de los cuáles iban a la nuestra). 

Preparamos unas actividades, juegos, pequeñas excursiones... para comenzar en Agosto. Se apuntaron niños y niñas de todas las edades, y fue una experiencia muy enriquecedora. Nos demostraban mucho su cariño y casi nos lo pasábamos mejor que ellos.

Organizábamos actividades tratando de mejorar su relación con el grupo, actividades físicas, incluso visitamos el campanario de la iglesia para aumentar su vínculo con el pueblo y mostrar respeto por el patrimonio. Al final cuando ya tenían mucha confianza nos proponían ellos lo que querían hacer, que era lo que se hacía en los pueblos desde que mis bisabuelos vivían allí: coger moras, buscar teselas en una tierra cercana (en mi pueblo hay un pilón romano y aparecen teselas cuando se aran las tierras), saltar a la comba, hacer aviones de papel... no necesitábamos tantos materiales ni actividades formativas muy complejas, demostrando que la vida en el pueblo es mucho más natural y enriquecedora que la vida en las grandes ciudades grises e inseguras.

Os dejo unas fotos de lo que hacíamos por allí.

                            











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